Mònica Pascual Duran
Colegiada 29.902/2 COAC
¿Por qué estudiaste arquitectura?
Empecé arquitectura porque me gustaba dibujar. Después descubrí que había bastante dibujo técnico pero aprendí mucho. Hoy en día todavía disfruto mucho dibujando y también mirando ilustraciones.
¿Cómo has llegado a dónde estás?
Empecé en un estudio de arquitectura como proyectista de bloques de vivienda para promotores que realizaban pisos estándar. Luego cuando monté mi propio estudio me dediqué sobre todo a la reforma. Aquí es donde encontré mi sitio porque me interesa la recuperación de las cosas y que el mismo espacio me dé lo que después me sirve para trabajar.
¿Qué te gusta más de lo que haces?
Pensar en qué se puede sacar de cada situación e imaginar una vida en este sitio teniendo presente la estética pero también que sea práctico.
¿Qué has descubierto con tu trabajo?
Que cada proyecto es una historia entre el espacio, el arquitecto, el que vivirá en él y el que lo construye. Todo es cuestión de relación entre personas.
¿Por qué crees que es una relación entre personas?
Porque un proyecto y su materialización es mejor si existe un diálogo entre todos los integrantes del equipo. Y esto es bueno para la obra, que es la protagonista.
¿Cómo defines al usuario particular?
Es la persona que tiene una ilusión y que se enzarza en una situación con la que a menudo no está familiarizado. Nuestra tarea es saber qué es lo que es más importante para él/ella y buscar cómo empezar este proyecto arquitectónico que a menudo va de la mano de un proyecto vital.
¿Qué mejora el proyecto y su desarrollo?
Pues que ese camino sea lo más amable y lo más rico posible. También es necesario dejar que el proyecto tenga su vida propia.
¿Qué significa que el proyecto tenga vida propia?
Que en todo momento puede haber cambios. Los espacios acaban de definirse del todo cuando finalmente se habitan. Esto es lo que los humaniza.
¿Cuál es la prenda de la casa que encuentras más importante?
Una casa debe ser un lugar donde uno se encuentre realmente a gusto y cada prenda juega su papel. Por ejemplo es capital lo que ves cuando entras por la puerta. El ambiente que nos rodea nos afecta. También encuentro muy importante la cocina. La cocina para mí es el pulmón de la casa, quizás porque es un punto de encuentro y porque me gusta cocinar.
¿Qué puntos de partida priorizas frente a los demás?
La luz natural y las circulaciones fluidas son dos de las cosas que más tengo en cuenta porque nos hacen el espacio más amable.
¿Cómo crees que debe actuar con relación al coste?
Es importante tener una idea del presupuesto de partida a la hora de empezar a trabajar, aunque la calidad de un proyecto no está necesariamente relacionada con el coste total, sino con la sabiduría a la hora de gestionar los recursos.
¿Y en relación con otros aspectos que pueden surgir cómo trabajar?
Con ganas y energía, porque una obra es una aventura y como tal tiene sus sorpresas que debes ir resolviendo con agilidad e imaginación.
¿Qué esperas del resultado final?
Que la persona que debe habitar ese espacio al cabo del tiempo me diga, “mira, estoy muy bien aquí”. El entorno influye directamente en la calidad de nuestras vidas y nuestro trabajo consiste en mejorarlo.
¿Qué aconsejarías a alguien que quiere realizar una reforma de su casa?
Que se ponga en manos de un arquitecto o profesional con quien tenga empatía, que se deje aconsejar en esta experiencia y se lo tome con calma.
¿Puedo hacerte una pregunta? ¿Qué es la foto de la entrada en tu web?
Pues es un Clathrus ruber, una seta. Su forma tiene que ver con la estrategia para asegurarse de que las esporas se esparzan y la especie perdure. Lo he elegido porque tiene una estructura muy arquitectónica y tengo un vínculo con la micología, pero ésta es otra historia.